17.

lo bueno de dejar el licor es que no habrá resaca post juerga de año nuevo de la cual recuperarse, eso es bueno, despertaré más temprano el día 1 y podré pasear, salir a tomar las fotos que siempre quiero tomar pero que nunca hago porque me aburre salir a tomar fotos solo, claro, al ser primero lo haré porque uno tiene que cambiar algunas cosas para empezar con buen pie el nuevo año.

quizá debería tratar esa herida que aún no sé cómo llegó a mi pierna, afeitarme, cortar mi cabello, mis uñas, lavar la ropa, conseguir una iguana y dejar de extrañar, así el siguiente año se me pintará más bonito.

el día 2 veré Ameliè, el día 3, La Casa de los Mil Cadáveres, el día 4 me compraré el Never Mind the Bollocks y el día 5 espero poder visitar el Presbítero Maestro o El Ángel. durante todo el primer mes me dedicaré a buscar un compañero para jugar ajedrez y durante todo febrero, libros de origami, y, siempre tenerlo presente, durante los primeros días de enero debo desahuevarme e invitar a salir de una vez a la chica esta o no podré dormir en paz.

trabajar, sí, debo empezar a trabajar pronto, eso es primordial, también debo darme un vueltita, aunque sea un ratito por El Sargento, ya se extraña, ya, aunque sin licor probablemente sea extraño, aunque, bueno, seguramente también sea extraño no participar en el brindis de Noche Buena, en fin, estoy listo para enfrentarme a las incómodas situaciones que mi nueva condición de no-bebedor me podrá en el camino, 2008, también estoy preparado para ti, vente cuando quieras. en realidad, apúrate.

Eduardo, tú también apúrate, no me pasees.