junio 24, 2008

yo no he nacido para ser mantenido. eso es para artistas.

el año pasado recuerdo que tuve un trabajo realmente malo: mala paga, mal trato, mucho tiempo.
recuerdo que, durante la segunda semana de trabajo, una vez llegué a casa y mamá había lavado mi ropa. subí a mi cuarto y me sentí muy triste. quería llorar. mamá me había lavado la ropa. yo no he nacido para que alguien me lave la ropa. no.

no quiero volver a ese trabajo nunca más. quiero un trabajo del que sepa que no me iré en 6 meses o menos, que me dé tiempo para verte, para sentirme así de bien como me siento cuando me abrazas y me exiges que te dé un beso. y que yo te digo que no, y que tú me dices 'te quiero, basura', y que yo te digo que me hables bonito, que te voy a aventar al techo como me vuelvas a hablar así, y volver escuchar que exiges un beso. y acatar.

quiero tiempo para eso, para estar vivo fuera de un trabajo.
tú no te has dado cuenta, pero en las últimas 2 semanas, cada vez que te he pedido que me abraces ha sido porque ya no he podido más, porque estaba hecho mierda. tú no te has dado cuenta porque es muy efímero: me siento hecho mierda/ me tocas / medio segundo/ todo está bien: así funciona esto.

cuando hablo con mamá sobre esto del desempleo, sé que ella es condencendiente conmigo, que no me dice ciertas cosas porque sabe que no las necesito oír más. la semana pasada tuve que pedirle dinero para ir a verte. le pedí 10 soles a mamá. le pedí dinero para ir a ver a mi novia. me sentí como si me hubiera lavado la ropa. yo no quiero esto. me siento mal, abrázame, kei. abrázame mamá. abrácenme.



mamá: tú te acuerdas cuando éramos bien pobres. te acuerdas, mamá? ya no hay que ser así, nunca, ya? nunca, ya, mamá?

las cosas van a estar bonito pronto, no?, me prometes que van a estar bonito pronto?

junio 18, 2008

olerte. sí, me gusta olerte.
me gusta abrazar tu cintura y no poder dormir de tanta felicidad. me gusta.

hoydía buscaba en google información sobre posturas de contracción (en realidad no sabía cómo buscar). quería imágenes.
he practicado en casa, pero aún no puedo encoger el cuerpo lo suficiente como para entrar en tu bolso, y que me lleves a tu casa, a tu cama. contigo. deberías conseguir un bolso más grande, amor.

podría decir que es increíble. el sábado te decía, de una manera poco galante, lo ansioso que me pones -así no se habla, qué dirá Papalindo. la frase que usé fue cero glamour, yo sé, pero no es sólo eso. a mí me gusta dormir contigo, y me gusta porque me abrazas, porque hueles rico y porque te quiero. porque tu cabello se me enreda entre los dedos, entres las orejas y entre los dientes.
me gusta dormir contigo porque sueño contigo.
porque me alegras.

quizá debería armar la carpa en el jardín, para traerte a casa y tener siempre, o quizá debería gritarle a mamá, resondrarla por no haberme criado como un bonsai kitten o por no haberme metido a clases de contorsionismo cuando chico (con lo que me gusta el circo, por Dios!). 'tu asma no te habría dejado', seguro diría. excusas nunca faltan.

ahora eso no importa. voy a dormir. voy a dormir y a soñar con que de veras entro, feliz y fetal, en tu bolso, y que, dentro de tu bolso, estás tú, tu cabello y tu olor. tus palabras pastrulas y tus buenos días.
tus uñas como manzanas de caramelo, tus aretes de sparkie. que dentro de tu bolso estás tú. eso sería un lindo sueño.

buenas noches, amor.
te extraño,
mándame un beso.

junio 04, 2008

para el sábado nunca falta poquito.

junio 03, 2008

hace ratito le contaba a mamá que estaba muy contento.
mi mamá se ríe cuando le digo eso porque sabe que no voy a ahondar mucho, que me cierro, así, ya sabe, ya. mi mamá me quiere.

es bueno sentirse así, mamá. ¿tú te acuerdas cuando era chiquito y te molestaba para que me dejaras salir a pelotear, y tú me decías que no, porque me iba a enfermar, que yo no entendía nada, y que tú por las puras nomás me cuidabas, porque yo igualito me quería ir a jugar al frío, y que así no se me iba a quitar el asma nunca?. yo me molestaba contigo, mucho. te odiaba. pero cuando me dabas cebolla con sal y extracto de rana y yo hacía esas muecas de asco, yo quería decirte que gracias, no sé, quería decirte que te quería mucho, mamá, que me gustaba que me quieras y que me cuidaras. así después te odiara por no dejarme salir a jugar. yo odiaba quedarme echado en el sofá. odiaba el verde horrible ese del sofá, qué bueno que lo cambiamos, no?, el verde de los sofás de ahora es más bonito, aunque ya estén viejos y rotos por los niños y el gato.

y ya pues, la cosa es que, ahora, estoy muy contento, es chévere, porque a veces me siento como cuando tú me dabas cebolla con sal y esas cosas, así, cuando me apretan fuerte, así: me gusta, no sé. me gusta que me dejes salir a jugar porque tengo la compañera de juegos más bonita. ella no sabrá pelotear -medio gansa es-, pero, pucha, juega bonito. yo la quiero mucho.

un día de estos vamos a regar el jardín juntos, los 3, vamos a cortar los rosales y a tomar limonada sentados en la borde de la vereda roja. vamos a jugar con nuestra próxima mascota, que se va a llamar 'sobrino' o 'sobrina', ya lo decidí, no me molestes, mamá. vamos a fumar mientras nos reímos de las zonzeras que habla el vecino y que grita como tamalero, ¿como tamalero, no, mamá?.

y así, vamos a regar, a regar. pero ay de uds. con mojarme, carajo, que las aviento al techo, ya saben.