julio 21, 2013




está oscuro, pero no tanto. partículas sólidas flotan y brillan por la poca luz del sol que se cuela por entre las cortinas.
la cosa está tranquila, parece domingo, maso las 5. zota.

los brazos mécanicos del apilador entran por la ventana de la furgoneta. hay equipos en ella, cosas, pero igual está vacía, demasiado vacía. abandonada. como con pena.
los brazos mecánicos salen. la toma se abre mientras salen. se puede ver por un segundo el techo de la van.
los brazos vuelven a entrar. esta vez se elevan dentro del vehículo, destrozando el techo. pasan directo, como si no hubiese fuerza contraria alguna. estoy pensando en un metal caliente y una bolsa.
los dueños del vehículo ven el show de cerca. es algo terrible pero es lo correcto.
el apilador ha colocado los brazos sobre la parte delantera de la van. bajan firmes y parten el vehículo en dos. todo esto sucede tan lento que no se reconoce ni una pizca de violencia. no hay agresión.

se da la orden: los restos de la víctima son recogidos por los mismos brazos mecánicos que la destruyeron. los llevan a la compactadora. hábilmente son acomodados dentro de ella. se ve rústica, bastante antigua, pero efectiva. los bloques de metal se mueven. los restos del vehículo inician una danza maravillosa. los metales se quiebran, los faros estallan, los líquidos escapan, primero fuertemente, luego fluyen con calma, con resignación. las ruedas pierden aire. sin duda alguien podría decir 'eso fue una furgoneta'. es fácilmente reconocible. pero ya no lo es más. ahora es otra cosa.

el sol está cayendo. los dueños del vehículo, aunque muy distintos entre sí, comparten el alivio en la mirada. todo este trámite es necesario, sin duda. pero es triste, hay una parte de cada uno en ese montón de chatarra comprimida que tanto problemas les ha causado. las cosas no desaparecen porque tomas una decisión, porque la ejecutas. se me ocurren decenas de cosas que van a permanecer dentro de ellos luego de la destrucción de la furgoneta (que tantos problemas les ha causado).

todos esto ha sucedido tan rápido, una masacre no debería durar tan poco. es una cuestión de respeto. no duele menos porque sea más rápido.
o quizá son cosas mías.
la furgoneta fue destruida, no ha sido la decisión más feliz.
no ha sido la mejor solución pero fue la que estuvo a la mano. uno tiene que servirse de la vida. yo lo entiendo.

mientras tanto. una canción triste de domingo.
como a las 5.

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